Por Alfredo Padilla

La lucha partidista y entre fuerzas políticas rumbo al proceso electoral federal del próximo 2024, está tomando cada vez mayor fuerza y generando al mismo tiempo drásticas condiciones y consecuentes movimientos en el incierto escenario vigente, y de entre los factores que destacan, se encuentra sin duda el registrado en el ánimo y credibilidad de la militancia, de todas las expresiones e instituciones políticas, luego de la consabida transformación infligida al comportamiento social de la era post pandemia.

En consecuencia, para los partidos que conforman la alianza Va por México (PRI, PAN, PRD), que busca ahora convertirse en el Frente Cívico Nacional, ha sido claro el desafío de conservar la cuantía de simpatía popular y capital político en números de militantes, con lo que pudieron obtener en cambio, ciertas victorias en contiendas electorales del pasado reciente, como las del 2021 en la Ciudad de México y el Congreso de la Unión, puesto que después de un evidente decrecimiento de sus filas, los principales beneficiados por ahora, de la peculiar "migración", son los partidos de Morena y Movimiento Ciudadano.

Lo anterior lo podemos palpar a escala y con las proporciones correspondientes, en la evolución de la alianza "Va por Nayarit", y el incipiente intento los últimos días de conformar el capítulo nayarita del Frente Cívico, en la que el padrón de militantes del PRI, PRD y PAN, ha resentido en cada cual, una merma significativa, empezando por la renuncia de cuadros que en su momento fueron representativos tanto por su aporte en campañas políticas al igual que en el ejercicio de cargos en diferentes órdenes de gobierno y de representación popular. Por poner un ejemplo, tenemos a la ex candidata a la Gubernatura, Gloría Nuñez, que cambió del PAN a Movimiento Ciudadano. Así, es que se vuelve necesario el ejercicio valiente y objetivo de replantear estrategia, valorando y contrastando de inicio, qué ha restado en vez de sumar, por qué han impactado más en términos de discurso y comunicación los argumentos en su contra que a favor, y por qué se ha logrado diseminar cual virus "troyano" la idea de la "oposición dentro de la oposición". Es momento de analizar a fondo el hecho de que no hace muchos años, comportaban las tres principales fuerzas, que se perfilaban a ser contrapeso significativo frente a cualquier coloso que lograra acceder al poder, y paradójicamente, hoy son otros pues los partidos, que en aquellos tiempos se consideraban pequeños y satélites del que regía en el poder, el Verde o PT, los que consiguieron incluso más votos que los tres mencionados anteriormente.

Más allá por tanto, de los señalamientos ‘flamígeros’ de los errores del PRI, que pagó ya el costo de su cuestionada generación de gobernantes: desde Presidencia y en entidades en donde se equivocó, la nueva realidad y su sociedad presente y venidera se enfila a ser mayormente severa y exigente y no bastará el continuar "lanzando la piedra y reclamando pecados pasados", cuando el reto actual es para todos: renovarse de continuo o fenecer. Solo queda esperar entonces lo mejor para el pueblo.